8.6.05

Mis alas

Por extraño que pueda parecer, la semana pasada, finalmente conseguí culminar lo que se había convertido en una ardua tarea debido a circunstancias ajenas a mi control y también, posiblemente, al azar. La hazaña: terminar de ver “It’s a Wonderful Life” de Frank Capra, que aunque a pesar del hecho de que es una de las películas más televisadas de todos los tiempos yo la he tenido que ver en DVD, por primera vez entera, y aún así en dos sesiones. Y no es que no me guste o le preste poca atención, todo lo contrario, me parece una película envolvente, soñadora y elocuente. Una película con vida propia, tanto, que ha conseguido evitarme durante las dos últimas décadas. Porque eso es lo que yo creo que, ávida, consciente y esquiva, ha buscado el momento más adecuado en mi vida para mostrarse y hacerlo así con plenitud, brillantez y profundidad.

Lo curioso es que, no se si debido a las fechas de programación (suelen emitirla en Navidad), siempre que he intentado ver esta película he sido interrumpido por alguna visita, normalmente de carácter familiar. De algún modo es como si el espíritu de “Bedford Falls”, en esa última y lacrimógena escena de puro corazón solidario y altruista, evocara la unión familiar y/o amistosa en la vida real. Al menos a mí me gustaría creérmelo. La magia del cine transcendiendo más allá de nuestras adoradas pantallas.

Me gustaría pensar que todavía existen George Baileys en la vida. Me alegraría que todos fuéramos capaces de ver algún día un pequeño reflejo de la grandiosidad del héroe en nuestros familiares y amigos. Sería maravilloso que los grandes sacrificios, por pequeños que parezcan, sigan formando a nobles personas que merezcan nuestro respeto y cariño.

Y cada vez que una campana suene, que un ángel consiga sus alas!

2 comentarios:

eurocero dijo...

No pierdas la fe en el ser humano, que siempre hay personas que valen mucho la pena. Y si a veces no nos las encontramos en nuestro camino, reconfortémonos pensando que muchas de ellas están imaginando historias como ésta, que nos hacen mantener viva la ilusión.

Mambotaxi dijo...

Yo cuando la ví hará unos siete u ocho años, a cada minuto que pasaba iba descubriendo que cada escena ya estaba en mi memoria. La había visto de pequeño, y aunque no la recordaba, sí que recordaba muchos momentos puntuales, lo que me hico disfrutarla aun mas. Fue como un deja vú por partes.

Por cierto, un enlace a un reportaje que habla brevemente de las sagas cinematográficas mas importantes del cine. Y a mi, de ahí, hay muchas que me encantan. Para que luego digas...