10.6.05

El Cristo en Kennington Road

2 Reacio.

Me levanto y son las cinco de la tarde. Encima de la pila de libros erigida sobre la mesita de noche descansan tres valiums ajenos a su envoltorio. Siento náuseas. Es primordial que consiga abandonar el consumo de benzodiacepinas de una vez por todas. Extraños sueños los de esta noche. Había algo raro en los colores... Demasiado intensos. Los colores...

Mientras me preparo un desayuno tardío siento una extraña sensación de inquietud moral. Observo un cuadro más que familiar a través de la ventana de la cocina para acabar perdiendo la mirada en el horizonte. Repentinamente, algo poco usual, al menos en esta zona de la ciudad, capta mi atención. Un vagabundo registra sin confianza, cual oficial de policía un bolso sospechoso, el cubo de la basura del callejón sin salida que delimita con la pared posterior de mi casa. Me siento mal. No soy capaz de evadirme de la implicación ética que conlleva el observar a un humano sin techo y sin comida desde el confort que me aporta el tener un hogar.
Su sombrero me recuerda alguien...
A Indiana Jones! Que guay! Le voy a llamar Indi, de indigente, de Indiana Jones.

Ya lo estoy haciendo otra vez... disfrazando la verdad...

- Hola!

La taza de café vuela por encima de mis hombros alejándose de mi espalda mientras mi ritmo cardíaco se dispara y mi mano se dirige hacia el pecho para confortar a un corazón asustado.

- Mierda tío! Vas a conseguir que me tumben en una camilla.

Me giro lentamente a la vez que en mi cabeza se van despertando recuerdos de la noche pasada. Me encuentro de lleno con unos ojos... que ojos! La paz me invade. La taza de café reposa entre sus manos y no hay rastro de líquido derramado.

- Como te sientes?

- Un poco asustado.

- No hay peligro presente, lo sabes.

- Entonces, desconcertado?

- Simplemente, permítete creer.

- En que?

- En lo que quieras creer. Cierra los ojos.

Por mi mente comienzan a desfilar, veloces, pensamientos cotidianos. No tardo en darme cuenta de que las imágenes que me invaden, no son sino ejemplos de incredulidad, ejemplos de desconfianza, de rechazo, de duelo, de negación, de dolor. Ejemplos de pensamiento humano.

- No quiero creer en nada!

Abro los ojos para encontrarme con una habitación vacía, una taza de café en el suelo y una fuerte sensación de desasosiego.

Decido salir a la calle. Creo que voy a ir al cine. No se si llamar a Martha para que me acompañe. Que me apetece ir a ver...? No sé, algo fantástico.
Subo a mi habitación, agarro los valiums que descansan sobre la mesita de noche, los meto en la boca y mastico como un Domingo, de niño, los caramelos Pez.
Me siento agotado. Voy a tumbarme un rato. Tengo que llamar a Martha. No puedo cerrar los ojos. No puedo quedarme... dormido... otra...

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