22.7.06

Culpa

¿Dónde está mi verdadero castigo, mi justo destino, aquel que yo pueda conjugar con mi falso presente y mi incierto futuro sin que la belleza admirada pueda dañarme más? ¿Dónde buscar un signo, una ayuda , un impertérrito amigo que redibuje mi alma para poder descansar? ¿Cómo mirar la desdicha con unos ojos gastados que pretenden ser azules para jugar a gustar?

Es ahora el momento de contar el cuento, aquel que nunca supe y todos quisieron escuchar. Ahora es el momento de arrancar las pieles, las que quisieron cubrirme pero no hicieron más que lastimar. Dadme un alma de fuego y un cuerpo de agua que la pueda sofocar, quitadme el agua del cuerpo y surtidme con las llamas que silenciosas carbonizarán.

Dejaré crecer las uñas hasta que se claven en mis ojos para impedirme llorar. Los cabellos cubrirán mi cara eternamente sangrienta para que nadie me pueda juzgar.
Y expectante en el vacío mientras entierro mi pecado bajo el peso de la nada que nunca me cuestionará, regurgito sin esfuerzo aquello que quise ser: un dios, un vampiro, un héroe, un niño, riéndome sin motivo de esta gran atrocidad.