27.6.06

Miento

He estado esperando a ver si alguien leía la anterior entrada que publiqué, pero creo que no he tenido mucho éxito.
Debo aclarar, por si alguien lo lee, que era un intento de bulo. No existe tal compañía con dicho nombre y probablemente nunca existirá. El fin del intento: poner a prueba mis habilidades como diseñador gráfico y el potencial de un blog como medio generador de noticias. Supongo que esto nunca habría trascendido más allá de la blogosfera, entre otras cosas porque si se hace una búsqueda, por ejemplo en google, no se obtienen resultados satisfactorios. Me faltó comprar el dominio y crear una página web en obras para que hubiese sido un poco más creible.
Quizás vuelva a intentarlo. Es entretenido.

19.6.06

Cellardoor

Nueva productora-distribuidora americana dedicada al cine independiente.





El nombre es un guiño a Donnie Darko, como muchos de vosotros bien sabréis. Ya sólo por el logo tiene buena pinta la cosa.

18.6.06

Hard Candy

Hace dos semanas que fui a ver “Hard Candy” y todavía ronda por mi cabeza una de las escenas más impactantes, llenas de carga dramática y tensión que he visto en el cine de los últimos años. Incluso podría compararla con LA ESCENA de “Caché” (Michael Haneke). Y digo la escena con mayúsculas por lo que supuso para mi vivir una sensación que, probablemente; si no hubiera sido por el cine, y en concreto gracias a esa ESCENA, nunca habría experimentado. Una sensación de lo más desagradable e incluso traumática para los que no saben diferenciar entre cine y realidad, e igual de desagradable pero altamente reveladora para los que nos gusta experimentar. Los que soys fans del director o la habéis visto, sabréis de lo que estoy hablando.

Michael Haneke y “Caché” aparte, película que daría para una larga disertación, “Hard Candy” es una de esas buenas producciones independientes americanas que sin un gran presupuesto y con muchas ganas nos anticipan talentos con un porvenir muy prometedor: Brian Nelson (guionista y co-productor) que hasta ahora había escrito sólo para televisión, entre otras cosas "Lois & Clark: The New Adventures of Superman"; David Slade (director) con varios vídeos musicales en su haber y un corto; y como no Patrick Wilson y Ellen Page proporcionándonos uno de los dúos actorales más intensos y brillantes desde “Brokeback Mountain”. Sin duda un trabajo memorable por parte de los dos, pero ella... Ella es una diosa de la pantalla. Es uno de esos seres humanos afortunados que han sido agraciados con el don de la naturalidad interpretativa, aportándole ese empuje extra al personaje que le permite comerse la pantalla y agarrar de las cuatro extremidades a los espectadores presentes. No hay escapatoria. Sólo existe ella y el mundo que la rodea.

Pero volvamos al principio. Continuando con la comparación inicial podríamos decir que la escena de “Hard Candy” es al suspense lo que la de “Caché” es a la sorpresa. Las dos brutales e intensas, las dos en el clímax de la película pero funcionando de forma diferente, casi opuesta. En una se nos dice lo que va a ocurrir pero no se nos muestra explícitamente y en la otra se nos arroja, mostrándonos concretamente, algo que no nos esperábamos en toda la cara. Y es que la dos escenas se caracterizan por la motivación de los personajes que en ellas toman parte: la venganza, que aunque interpretada de manera bastante diferente en cada una continúa teniendo el mismo punto de partida: el deseo de devolver el daño infligido en uno mismo sobre la persona que fue causa y/o cometedor de ese daño. Parte inextricable de la naturaleza humana. Por eso funcionan tan bien estas escenas y en general las dos películas, porque apelan a algo que todos conocemos, hemos sentido y aceptamos como lícito de forma equivocada tras una doble moral que entra en conflicto cuando no somos más que observadores deprivados de capacidad de acción para influir sobre lo que está sucediendo.

Un guión excelente, una dirección brillante, una fotografía acertada y un casting perfecto hacen de “Hard Candy” un caramelo que se saborea con entusiasmo pero que resulta de difícil trago y febril digestión. Y no se me malinterprete, pues me refiero con estos últimos calificativos a la temática de la obra y no a su calidad y cualidad fílmica. De hecho son factores determinantes para que ésta se nos presente como la intensa y lograda creación cinematográfica que es.

“Caché” para otro día.